La visión remota controlada (VRC) es una práctica que permite a individuos percibir información sobre objetivos distantes o inaccesibles sin el uso de los sentidos convencionales. Aunque a menudo se asocia con fenómenos paranormales, la VRC ha sido objeto de estudios científicos y experimentos controlados, especialmente durante la Guerra Fría, cuando agencias de inteligencia de diversas naciones exploraron su potencial para la recopilación de información.

Orígenes y Desarrollo de la VRC

La VRC comenzó a recibir atención en la década de 1970, cuando los investigadores estadounidenses Russell Targ y Harold Puthoff del Instituto de Investigación de Stanford (SRI) iniciaron una serie de experimentos para evaluar la viabilidad de la percepción extrasensorial. En 1971, el artista Ingo Swann participó en un experimento en el que, sin conocimiento previo, describió detalles de un satélite en órbita, incluyendo su forma y características. Este evento marcó el inicio formal de la investigación en VRC y llevó al establecimiento de protocolos más rigurosos para futuros estudios.

Casos Destacados en la Historia de la VRC

1. Proyecto Stargate

Durante la Guerra Fría, la CIA y otras agencias de inteligencia de EE. UU. financiaron investigaciones sobre VRC bajo el nombre de Proyecto Stargate. El objetivo era determinar si la percepción extrasensorial podía utilizarse para obtener información estratégica sobre la Unión Soviética y otras amenazas potenciales. Los participantes, conocidos como «visores remotos», intentaban describir ubicaciones, actividades o instalaciones sin haber estado físicamente presentes. Aunque algunos informes sugieren que ciertos visores proporcionaron detalles precisos, la falta de consistencia y la dificultad para verificar los resultados llevaron a la conclusión de que la VRC no era una herramienta confiable para la inteligencia militar HISTORY.

2. La Búsqueda del Arca de la Alianza

En 1988, bajo el Proyecto Sun Streak, la CIA realizó una sesión de VRC en la que un visor remoto identificado como «Remote Viewer #32» fue encargado de localizar el Arca de la Alianza. El visor describió un objeto similar a un ataúd, decorado con serafines, ubicado bajo una estructura en el Medio Oriente. Sin embargo, expertos como Joe McMoneagle, un visor remoto veterano, criticaron este informe, señalando que carecía de evidencia verificable y considerándolo más como un ejercicio de entrenamiento que como una prueba de la existencia del artefacto nypost.com.

3. El Caso de Patrick Price

Uno de los casos más notorios involucró al visor remoto Patrick Price, quien, durante una sesión, describió con precisión una instalación secreta en el extranjero. Su habilidad para proporcionar detalles específicos, como la ubicación de una antena y la disposición de las instalaciones, sorprendió a los investigadores. Sin embargo, la muerte repentina de Price en 1975 generó incertidumbre sobre la fiabilidad de sus habilidades y contribuyó al escepticismo en torno a la VRC SFGATE.

Consideraciones Críticas y Conclusiones

Si bien algunos experimentos de VRC han reportado resultados que parecen indicar percepciones precisas de eventos o ubicaciones distantes, la comunidad científica sigue siendo escéptica. Las principales críticas incluyen:

  • Falta de replicabilidad: Muchos experimentos no han podido reproducir consistentemente los resultados obtenidos en estudios anteriores.

  • Sesgo de confirmación: La tendencia a interpretar información vaga o ambigua de manera que se ajuste a las expectativas preexistentes.

  • Ausencia de evidencia física: La mayoría de las afirmaciones hechas a través de VRC carecen de pruebas tangibles que las respalden.

En resumen, aunque la VRC ha sido objeto de investigaciones y ha capturado la imaginación popular, su estatus como herramienta válida para la obtención de información sigue siendo objeto de debate. La falta de evidencia científica sólida y la dificultad para replicar los resultados limitan su aceptación en la comunidad académica y profesional.